Señora, dicen que donde,
mi madre dice, dijeron,
el agua y el viento dicen
que vieron al guerrillero.
Puede ser un obispo,
puede y no puede,
puede ser sólo el viento
sobre la nieve:
sobre la nieve, sÃ,
madre, no mires,
que viene galopando
Manuel RodrÃguez.
Ya viene el guerrillero
por el estero.
Saliendo de Melipilla,
corriendo por Talagante,
cruzando por San Fernando,
amaneciendo en Pomaire.
Pasando por Rancagua,
por San Rosendo,
por Cauquenes, por Chena,
por Nacimiento:
por Nacimiento, sÃ,
desde Chiñigüe,
por todas partes viene
Manuel RodrÃguez.
Pásale este clavel,
vamos con él.
Que se apaguen las guitarras,
que la Patria está de duelo.
Nuestra tierra se oscurece.
Mataron al guerrillero.
En Til Til lo mataron
los asesinos,
su espalda está sangrando
sobre el camino:
sobre el camino, sÃ,
quién lo dirÃa,
él, que era nuestra sangre,
nuestra alegrÃa.
La tierra está llorando.
Vamos callando.
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