Hay quien mantiene la convicción
de que la vida
es la partida
entre el azar y la comunión
con el destino,
entre la ley y la invocación
del destino.
Quien mira no ve ni una mitad,
es evidente
que es diferente.
Entre mirar con la claridad
de la cordura
y ver con la luminosidad
de la locura.
Ante esa coyuntura
de la claridad y lucidez,
con sensatez,
elijo la locura, aleluya,
elijo la locura...
Ante el intento de construir
la convivencia
en la apariencia
opongo el reto de destruir
toda la historia,
las estrategias, el porvenir
y la memoria.
No sólo no me quiero atener
a ser comparsa
de esta otra farsa
sino, además, rechazo el deber
del raciocinio,
esa otra trampa que usa el Poder
para el dominio.
Ante esa coyuntura
de la claridad y lucidez,
con sensatez,
elijo la locura, aleluya,
elijo la locura...
|