No sabes el dilema que me crea
pasar de todo y no decir ni mú,
por eso estoy aquà maldita sea
plantando cara como harÃas tu.
Lo que sucede es que me he enamorado,
como el perfecto estúpido que soy,
de la mujer que tienes a tu lado,
encájame el directo que te doy,
encájame el directo que te doy.
Una de dos,
o me llevo a esa mujer
o entre los tres nos organizamos,
si puede ser.
No creas que te estoy hablando en broma
aunque es encantador verte reÃr
porque estas cosas hay quien se las toma
a navajazos o como un faquir.
Que aquà no hay ni Desdémonas ni Otelos
ni dramas mexicanos de Buñuel,
recuerda que ese rollo de los celos
llevó a CaÃn a aquello con Abel,
llevó a CaÃn a aquello con Abel.
Una de dos,
o me llevo a esa mujer
o entre los tres nos organizamos,
si puede ser.
De qué me sirve andarme con rodeos,
a ti no puedo hacerte luz de gas.
Esas maneras son para los feos
de espÃritu y algunas cosa más.
Que esa mujer me quiera no es tan raro
si piensas que a ti te quiere también;
lo más terrible es que lo ve muy claro,
pretende no perderse ningún tren,
pretende no perderse ningún tren.
Una de dos,
o me llevo a esa mujer
o entre los tres nos organizamos,
si puede ser.
Una de dos,
o me llevo a esa mujer
o te la cambio por dos de quince,
si puede ser.
Una de dos,
o me llevo a esa mujer
o entre los tres nos organizamos,
si puede ser.
Una de dos,
o me llevo a esa mujer
o te la cambio por dos de quince,
si puede ser.
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