Yo sé que te han dicho que no valgo nada,
que no valgo nada,
que vivo tan sólo para los caprichos
de tu corazón.
Si a nadie le pido ni a nadie le ruego,
a quién le preocupa,
a quién le preocupa, si vivo, si muero
por esta razón.
Quien sepa de amores que calle y comprenda,
que me dejen solo sufriendo en silencio
mis penas de amores;
si yo soy dichoso teniéndote cerca,
qué le importa a nadie
si eres luz y sombra de mi corazón.
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