Cuando me canse de escuchar
llantos de niños en la brisa.
Cuando me canse de mirar
pueblos que apenas son cenizas.
Me iré con lluvias estrelladas
que son diamantes en el barro,
glacial cometa de miradas.
Viva la noche y desamarro.
Y con estrellas, miel y flores,
que son rubÃes y topacio,
tendré el silencio en los albores
del infinito eterno espacio.
Cuando me canse de la lluvia
y de la sangre y de la guerra.
Cuando me canse de esta tierra
me mudaré a la luna rubia.
Ah, Tierra-Luna, Tierra-Luna,
me pongo hoy las alas de oro
y cielo arriba cual meteoro
me voy.
Ah, Tierra-Luna, Tierra-Luna,
atrás quedó la suerte perra,
atrás los muertos y la guerra.
Adiós.
Asà que ahora no te asombres
si desde esta luna hueca
me burlo de la tierra seca
y de los pobres tristes hombres.
Ah, Tierra-Luna, Tierra-Luna,
adiós ciudad, mi corazón,
globo tullido de aflicción.
Me voy.
Cuando me canse de esperar
a los indómitos que huyen.
Cuando me canse de soñar
sueños que siempre se concluyen.
Me iré otra vez, inoportuno,
y apostaré por el que pierde
y volveré cuando ninguno
me necesite ni recuerde.
Y con el tÃmido derroche
de una paciencia vengadora
tendré las dudas de la noche
sin las respuestas de la aurora.
Cuando me canse la rutina
de que me ultrajen y me roben.
Cuando me canse de esta ruina
me mudaré a la luna joven.
Ah, Tierra-Luna, Tierra-Luna,
me pongo hoy las alas de oro
y cielo arriba cual meteoro
me voy.
Ah, Tierra-Luna, Tierra-Luna,
atrás quedó la suerte perra,
atrás los muertos y la guerra.
Adiós.
Alguna vez mi vida quieta
verá estallar en el pasado
mi triste y cándido planeta
que se creyó civilizado.
Ah, Tierra-Luna, Tierra-Luna,
mundo caótico y podrido,
desde aquà arriba me despido.
Adiós.
|