No lo creo todavÃa,
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegrÃa.
Palpo, gusto, escucho y veo
Tu rostro, tu paso largo, tus manos
y, sin embargo,
todavÃa no lo creo.
Tu regreso tiene tanto que ver
contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto.
Nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estas llegando a casa.
Sin embargo todavÃa
no puedo creer mi suerte,
porque el cielo de tenerte
me parece fantasÃa.
Pero venÃs y es seguro.
Y venÃs con tu mirada.
Y por eso tu llegada
hace mágico el futuro.
Y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos,
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido.
Y si beso la osadÃa
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios,
te querré más todavÃa
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