Madrecita del alma querida,
en mi pecho yo llevo una flor,
No te importa el color que ella tenga,
porque al fÃn tú eres madre, una flor.
Tu cariño es mi bien madrecita,
en mi vida tú has sido y serás,
El refugio de todas mis penas
y la cuna de amor y verdad.
Aunque amores yo tenga en la vida
que me llenen de felicidad,
como el tuyo jamás madre mÃa,
como el tuyo no habré de encontrar.
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