Metida en su casita con su gorra y delantal
estaba Doña Zorra ocupada en remendar,
pero su teléfono no deja de llamar,
y corre al audÃfono para preguntar:
Riiing Riiing
¡Bueno, bueno, bueno!
¿Con quién quiere usted hablar?
No, aquà no es estanquillo
ni conozco a ese Pepillo
al que quiere usted llamar.
riiing riiing
¡Bueno, bueno, bueno!
Ya me empiezo yo a cansar.
Señor está usted equivocado,
aquà vive Doña Zorra
y sus zorritos nada más.
Riiing Riiing
¡Bueno, bueno, bueno, bueno!
¿Qué me quiere usted decir?
¡Ay! ¿qué tal Doña Patita?
¡Qué milagro comadrita
que se deje usted oir!
Riiing Riiing
¡Bueno, bueno, bueno!
la esperamos por aquÃ.
Y asà verá que mi zorrito
el chimuelo y raboncito
ya también sabe escribir.
Riiing Riiing
¡Bueno, bueno, bueno, bueno, bueno, bueno!
¡Le digo que aquà no es!
A ver si se va usted fijando
y cuando esté marcando
no lo haga con los pies.
Riiing Riiing Riiing Riiing
Bueno, bueno, bueno, bueeeeeeeeno!
ya no sea usted tan molón,
aquà no es la comisarÃa,
ni me improta si su tÃa
se ha caÃdo del camión.
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