CrecÃa una flor
a orilla de una fuente,
más pura que la flor de la ilusión
y el huracán tronchola de repente,
cayendo al agua la preciosa flor.
Un colibrÃ,
que en su enramaje estaba,
corrió a buscarla solÃcito y veloz
y cada vez que con el pico la tocaba
sumergÃase en el agua con la flor.
El colibrà la persiguió constante
sin dejar de buscarla en su aflicción
y cayendo desmayado en la corriente
corrió la misma suerte que la flor.
Y asà hay en el mundo seres...
que la vida cuesta un tesoro.
Yo soy el colibrà si tú mequieres
mi pasión es el torrente y tú la flor.
Y asà hallen en el mundo seres
que la vida cuesta un tesoro.
Yo soy el colibrà si tú me quieres
mi pasión es el torrente y tú la flor.
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