Me llevaré conmigo
todas las madrugadas
y enebrando vivencias
la
canción trasnochada
que nace en la bohemia
de amigos y guitarras,
para
que me acompañe
donde quiera que vaya.
Me llevaré conmigo
en los
pliegues del alma,
la sonrisa de un niño,
es decir, la esperanza.
Esa
brisa constante
que sostiene mis alas,
y que va por delante
remolcando
mis ansias.
Me llevaré conmigo
los zapatos gastados
en todos los
caminos
por los que he caminado.
Por los muchos amigos,
volvería
descalzo,
a pesar de la piedras,
si fuera necesario.
Me llevaré
conmigo
la presencia de tantos
a los que no he podido
estrecharles la
mano.
La proxima nos vemos
y cualquier escenario,
será el sitio
adecuado
para darles mi canto.
Me llevaré conmigo...
de las cosas
más bellas.
un gran poncho tejido,
con tejido de estrellas
y un
sombrero de luna
del cielo de esta tierra,
para que me cobijen
el frío
de la ausencia.
Me llevaré conmigo...
Gustavo, ¿qué te pasa?
¡Si el
tiempo es un instante
y un instante es mañana!
Mañana nos
veremos...
mañana es... cualquier día,
tiene leña la llama
y seguirá
encendida.
Me llevaré conmigo,
la emoción florecida
de saber que
sonaron
por mí ""Las golondrinas"",
esa canción... que acaso,
no es
canción, sino... alma,
que se entrega la hermano
cuando extiende sus
alas.
Y me iré lentamente
con el último aplauso,
con el último
vuelve
y con el último abrazo.
Yo sé que nos veremos
cuando Dios lo
decida...
Dejo aquí, lo que tengo...
Esta mano tendida.
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