I
Para ser un pequeño burgués,
ciertamente hay que estar
preparado.
Aprender un poquito de inglés
y modales de superdotado.
Por
aquello de ser o no ser,
es preciso tender muchas redes,
habitar un
coqueto chalé
y soñar con tener un Mercedes.
La mujer de un pequeño
burgués,
deberá procurarse un amante
y vencer po detrás el
""stress""
que el marido le da por delante.
La mujer de un pequeño
burgués,
la mujer de un pequeño burgués.
II
Para ser un pequeño
burgués,
hay que andar siempre bien arropado;
secretaria, chófer y
""valet""
y un despacho muy bien decorado.
Liberal, por supuesto, ha de
ser,
aunque el cuerpo le pida otra cosa
y si acaso dejar entrever
una
leve tendencia izquierdosa.
Con los tiempos tendrá que aprender
a cambiar
sin temor de camisa
y estarán, como tiene que ser,
estudiando sus hijos en
Suiza.
Con los tiempos tendrá que aprender,
para ser un pequeño
burgués.
III
Para ser un pequeño burgués
hay que estar, casi
siempre, reunido:
""Dígale que me llame después"",
y después: ""el señor
ya se ha ido"".
El cinismo al más alto nivel,
suele dar sensación de
solvencia,
lo que hará que se lleve muy bien
con las damas de
beneficencia.
En resumen, se debe tener
vocación, ambición y
paciencia
para ser un pequeño burgués.
Yo lo sé, por mi propia
experiencia;
aprendí lo que tengo que hacer
para ser un pequeño burgués
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