Anda,
quitate el vestido, las flores y las trampas,
ponte la desnuda violencia que recatas
y ven a mis brazos,
dejemos los datos,
seamos un cuerpo enamorado.
Anda,
deja que descubra los montes de tu mapa,
la concupiscencia secreta de tu alma
y ven a mis brazos...
Anda,
pÃdeme que viole las leyes que te encarnan,
que no quede intacto ni un poro en la batalla,
y ven a mis brazos...
Anda,
dime lo que sientes, no temas si me mata,
que yo sólo entiendo tus labios como espadas
y ven a mis brazos...
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