A mi hijo dije: "Duerme bien",
cuando cansado se acostó.
Entonces él me preguntó:
"Papá, ¿de qué color es la piel de Dios?
¿De qué color es la piel de Dios?
¿De qué color es la piel de Dios?
Dije: negra, amarilla, roja y blanca es
todos son iguales a los ojos de Dios.
Y él asombrado preguntó:
"Si todos son iguales a los ojos de Dios,
¿Por qué en el mundo hay tanto temor,
y entre razas, odio y rencor?
"Hijo eso es parte del triste pasado;
pero el hombre sufriendo, por fin aprendió
que en este mundo lo que ha faltado
es que todos vivan como hijos de Dios".
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