Fue a principios de los años 80 cuando una joven sinaloense empezó a cantar en bares de la ciudad de Tijuana en México. Es ahí donde se empieza a escribir la historia de una mujer cuya sensibilidad plasma en cada una de sus letras e interpretaciones, una mujer cuyo talento ha podido traspasar fronteras, una gran triunfadora la cual por la profundidad de sus letras, por el misterio de su ser y por el reflejo que muestra en cada una de sus canciones es considerada como gran estrella que brilla en el universo infinito de la canción mexicana.
De inspiración innata, autocrítica, perfeccionista y exigente consigo misma, es Ana Gabriel, en cada una de las producciones discográficas que ofrece a su público... un público que va sumando día con día y que reconoce su profesionalismo, voz y sentimiento... un público al que Ana Gabriel no ha dejado de ofrecer sus canciones e inspiración tras 25 años ya, desde que se identificó con la música y la composición, que la han llevado a permanecer en el gusto del público, tras una ininterrumpida y galardonada trayectoria. Para triunfar en la vida, es necesario contar con algo especial, algo que muchos llaman “ángel” y que lo hace resaltar por encima de todos los demás competidores. No importa que sea en un medio tan competitivo como lo es el artístico.
Y esto es precisamente lo que ha convertido a Ana Gabriel en una figura del canto. En una primerísima figura cuya fama ha trascendido ya al mundo. Más no se piense que por este hecho de haber nacido con cierto ángel las cosas han sido fáciles para Ana Gabriel.
Y no lo han sido porque todo ha representado un gran trabajo y mucho esfuerzo: primeramente, pulir un estilo que para muchos “expertos” resultaba obsoleto y pasado de moda. Hasta conseguir proyectar esa sensualidad que tanto la caracteriza, y que le ha permitido incursionar con tanto éxito en todos los ritmos en los cuales ha incursionado.
María Guadalupe Araujo Yong, que es su verdadero nombre, nació en Guamúchil, Sinaloa, México, un 10 de diciembre, de la pareja formada por don Ramón Araujo Valenzuela y doña Isabel Yong.
Desde los 7 años de edad comenzó a cantar y a componer sus primeros temas, influenciada por los temas de amor de Agustín Lara y María Greever. Cuyas letras no entendía por aquel entonces en toda su intensidad, pero sí con el paso del tiempo, pues como ella misma lo reconoce, es una apasionada en el amor y todas las canciones que ha compuesto las ha escrito enamorada.
Hasta los quince años permaneció en Guamúchil, para emigrar junto con su familia a Tijuana en busca de mejores horizontes. Allí terminó sus estudios de contabilidad y comenzó a actuar en diversos bares de hoteles de la ciudad fronteriza hasta que finalmente, llegó la gran oportunidad de participar en "Valores Juveniles" y en donde Juan Calderón le auguró un gran futuro como cantante.
Desde pequeña, Ana Gabriel sintió una gran ilusión por llegar a convertirse en artista y nunca desistió en ello. A pesar de lo fuerte de la marea, no perdió las fuerzas y madurando sobre la marcha sin tener a nadie que la orientara sobre el oficio, fue marcando su propio estilo, avanzando por puro instinto, amando cada una de sus canciones y de las letras que componía.
Ella siempre intuyo que estaba en lo correcto, pues aun cuando muchos directores artísticos de ciertas discográficas manifestaban que su estilo no era comercial, que tenia que cambiarlo si quería triunfar. Ana Gabriel decidió darse 1 año más para conseguir discográfica sino se dedicaría a la contabilidad.
En 1984 Ana Gabriel entra en el festival Valores Juveniles, como le dijeron que en dos semanas le avisarían, se fue de viaje y al volver se encontró la desagradable sorpresa de que solo 24 horas después de la audición le habían llamado y como no la encontraron perdió la oportunidad. Ante tal situación le sugirieron que se inscribiera en la categoría de compositora y como tal quedo en 2º lugar con una canción titulada “No me Lastimes Más” que fue interpretada por Claudiann. Al ver el éxito de su canción no falto la persona que llegó a advertirle: “olvídate de cantar y dedícate a la composición. Ahí está tu futuro”. Pero tuvo que tragarse sus palabras cuando se dio cuenta de que Ana había sido contratada en exclusiva por la CBS (ahora Sony Music) y que el caudal de alabanzas que el público le brindaba se debía justamente a su “estilo ronco y sensual”.
Antes de que llegara esta oportunidad, Ana llegó a tener momentos de profunda depresión, desesperada ya de tanto tocar puertas y recibir negativas, Ana se mantuvo firme en su anhelo, hasta conseguir en 1985 grabar su primer larga duración que llevó por titulo “Un Estilo” que si bien no resultaba muy comercial, si era bastante elocuente para la presentación del artista.
No fue hasta el año siguiente cuando Ana logró impactar realmente dentro del Festival OTI, alcanzando un honroso quinto lugar con la canción “A tu lado”, misma que se incluye en su álbum “Sagitario”, donde también se encuentran éxitos como “Y Aquí Estoy”, “Eso no Basta”, “Mar y Arena” cuya sinceridad y sencillez en las letras y su originalidad interpretaron la catapultaron de inmediato hacia los primeros lugares de popularidad.
En 1987 Ana Gabriel logra triunfar en toda la extensión de la palabra, alcanzando el primer lugar en el OTI nacional y en Lisboa, Portugal, donde se llevo a cabo el OTI internacional de ese año, un tercer lugar, el cual le abrió las puertas a todo el mundo y fue ahí cuando el público se entrego a ella ovacionándola sin medida.
Desde entonces, Ana Gabriel no ha tenido que preocuparse por otra cosa más que por seguir haciendo sus discos con amor, como al principio. Ana Gabriel se debe a que en cada una de sus producciones, vendido millones de copias en todo el mundo.
En todos y cada uno de sus discos que Ana ha producido, Ana Gabriel deja parte de si como interprete y compositora, con esa voz rasgada que la identifica tan bien con su público y despierta el interés de inmediato entre aquellos que por primera vez la escuchan. Un estilo tan original que difícilmente permite llevar a algunos a las comparaciones con otros artistas. Ana Gabriel es simplemente Ana Gabriel y como ella no hay otra. Alcanzar el sitio en que actualmente se encuentra le ha llevado 25 años de trabajo incesante, de sacrificios sin fin y de una superación constante.
Pero ha valido la pena el sacrificio, pues actualmente se encuentra en la constelación de los elogios, en donde solamente se sostienen quienes demuestran además de verdadero talento, originalidad y contar con la formula que permite establecer una total comunicación con el público a través de las letras de sus temas y una interpretación que llegue al corazón. Así, no es de extrañar que Ana Gabriel trascienda de tal manera de que su música y sus canciones se sigan escuchando aun después de que haya muerto.
En 1989 Ana Gabriel logra destacar a nivel internacional, dentro del mercado más difícil: el norteamericano. “Tierra de Nadie” permaneció en listas del Billboard varios meses. Esto no es nada fácil en un país donde solamente logran colocarse artistas de gran rango y en donde se da de manera tan “salvaje” la competencia para llegar a la cima.
Su éxito no fue cosa de suerte, sino de su talento y constancia, de su calidad artística. Calidad que se reflejo plenamente en sus facetas de cantante y autora, si bien ella misma dice que no se siente con valor suficiente, ni capacidad para componer por pedido para otros artistas. Lo cual no refleja sino su modestia.
Ana Gabriel se esfuerza día con día para la superación de todos sus proyectos, porque las grabaciones sean cada vez de mayor calidad y contenido... Aunque, por otra parte sabe que en su discográfica, la cuidan, la miman.
Desde sus inicios en el ambiente discográfico, Ana Gabriel entró con el pie derecho, pues de llegada grabó a dúo nada menos que con el maestro Armando Manzanero, quien de inmediato le auguró un gran éxito en su carrera. Y lo que hace más meritoria esta acción fue el hecho de que el compositor yucateco había buscado durante varios meses a la interprete que lo acompañara, sin conseguirlo. Hasta que escucho a Ana Gabriel y quedo prendado de inmediato de su voz y la invito a formar dúo con el, lo cual lleno de satisfacción a Anita, pues no solo representaba un paso firme a su carrera, sino la realización de un sueño, ya que desde niña había admirado al compositor. A estos duetos le siguieron muchos más con artistas como Pedro Fernández, Yuri, Placido Domingo, Jon Secada, Vicky Carr, Vicente Fernández entre otros.
Este fue el inicio, porque después vendrían muchas otras satisfacciones más, como el ser definitivamente aceptada por el público y empezar a ganar premios por las altas ventas de sus discos, inicialmente por “Sagitario” que le mereció disco de platino, además de muchos ... otros de oro como por “Soy, Como Soy”. Pero sin duda uno de los trofeos que Ana conserva con mayor cariño, figura la placa al Mérito de Valores Juveniles, ya que fue el Festival en el que Ana se dio a conocer en 1984.
Muy lejos quedaron los días en que tenia que trabajar en lo que le ofrecieran, en ocasiones bares de mala muerte... Ya no son ilusiones de niña, sino realidades de una artista que día con día conquista más seguidores y se afirma como una estrella del canto.
Quince años dentro del ambiente discográfico, 15 discos y muchos éxitos radiales hablan de la consistencia y personalidad, del estilo único, de la constancia y talento de una artista que tras una ardua lucha se encuentra en la cima del éxito entre los verdaderamente consagrados por el público.
Más de diez Premios "Lo Nuestro" por mejor cantante de la música latina, álbum del año, mejor intérprete, artista femenina, canción del año, discos de Diamante, Platino, Oro, además de sumar un sin fin de trofeos, medallas, reconocimientos, diplomas, antorchas de plata, etc, avalan el éxito y el cariño que la gente le tiene a esta inigualable cantautora sinaloense.
Siempre a la vanguardia musical, el talento, dedicación y temperamento de Ana Gabriel, la han llevado a abarrotar estadios, plazas, teatros, auditorios, foros, palenques y escenarios en toda América Latina, además de que su música se ha recorrido países como España y Tailandia. Ana Gabriel ha interpretado con gran éxito, canciones rancheras, baladas, corridos y ¡hasta lambada!, encabezando las listas de popularidad y rompiendo récords de ventas.
Preocupada por rescatar la raíz de nuestro origen, Ana Gabriel lo mismo se documenta con especialistas de la música de principios de siglo, que imprime su estilo bravío a la canción mexicana , o desborda su pasión al amor en románticos temas.