Desde tiempos remotos, el hombre ha manifestado por medio del lenguaje sus sentimientos, sus ideas. Una de estas manifestaciones es la poesÃa. ¿Qué es poesÃa? PoesÃa, expresión artÃstica de la belleza por medio del verso. Del Callao también han salido poetas y Carlos Concha Boy es el poeta chalaco de mayor renombre y orgullo del Callao.
Carlos Concha Boy, nació en el Callao, el 10 de Enero de 1910. Sus padres fueron don Manuel Concha Cervantes y doña Amalia Boy Ortlhieb. Su instrucción primaria la realizó en el Centro Escolar 471. Su instrucción secundaria la realizó en el Colegio San José de los Hermanos Maristas. Fue un niño precoz y muy estudioso. Carlos empezó a escribir desde los diez años de edad y su talento pronto se hizo notar. Su encuentro con la escritora y periodista Dora Mayer de Zulen tuvo gran significado para él. Ella con su experiencia y conocimiento ayudó al joven a despertar el genio de la poesÃa. Ella despejó todas sus dudas y le orientó, le transmitió toda su experiencia e intelecto. Ella descubrió el talento poético del discÃpulo.
Ya de adolescente se le abren las puertas de la prensa local y capitalina. Colaboró en "La Revista", "Mundial", "El Comercio", "La Crónica", "Variedades" y "Renacimiento". Y mientras sus compañeros de aula vivÃan la vida normal de adolescentes, Carlos fundaba el diario El Puerto. Pronto también tuvo sus primeras colaboraciones con el diario El Callao, décano del periodismo chalaco, usando los seudónimos de Julio Adeli, Cándido Abril y Rolando Azur.
El nombre de Carlos Concha Boy se hizo conocer en todo el Perú. Y pronto sus éxitos y fama atravesaron las fronteras de la Patria. Gastón Figueira del Uruguay y Clavijo Tisseur de Cuba le rindieron homenaje. Carlos padecÃa de una enfermedad que le estaba carcomiendo el interior de su cuerpo pero aún asà siguió escribiendo. Sus sueños, sus anhelos, sus ilusiones y su canto, tuvieron lamentablemente su fin el 5 de Setiembre de 1929 cuando dio su último aliento. Sólo tenÃa diecinueve años de edad pero su vida fue toda una hazaña.
Carlos Concha Boy escribió 95 poemas. Estos poemas fueron recopilados en un poemario que fue publicado un año después de su muerte con el nombre de "Anhelos de Redención" pero también se le conoce con el nombre de "Angeles de Redención". Los auspiciadores del libro lo presentaron con las siguientes palabras: "Abrese asà el tomo, flor hecha de un conjunto de simpatÃa y buenas voluntades, como un honroso testimonio del poder de la juventud, la ilusión y el ideal de unir los ánimos de un solo propósito; como un obsequio del Callao al Perú y del Perú al mundo literario hispanoamericano".
"ROMANTICISMO"
El soñador hechizo de tus ojos,
junto al romanticismo de mi vida,
es como un cántico de miel vertida
para consolación de mis antojos.
Rendido te adorara yo de hinojos
con la llama de amor más encendida
y lavando la sangre de mi herida,
me pusiera a jugar con tus abrojos.
Yo darÃa por ti la emoción plena.
palpitando en el linde del ensueño
de una noche de lÃrica verbena.
Yo probara también de tu beleño
y buscara tu miel para mi pena, pero..,
divina mÃa: ¡es esto un sueño!
A este bello soneto, del poeta Carlos Concha Boy, le puso música LaÃnes RÃos, y desde entonces ha pasado a integrar nuestro acervo popular. Pero, ¿quién era Carlos Concha Boy? Vivió poco, apenas 19 años. Nació en el Callao el 10 de enero de 1910 y falleció el 5 de setiembre de 1929, dejando valiosos manuscritos y poemas que se habÃan publicado en periódicos y revistas, que era necesario recoger en una obra. Estas razones movieron a un grupo de personas a formar una comisión que se encargase de reunir fondos para editar el libro del joven lirida. La integraron Dora Mayer, Remigio B. Silva, Félix Soto, Néstor Gambetta, Felipe M. Boisset, Teresa Torres y Alejandro Cruz Montero.
El 23 de noviembre, a los dos meses y medio de su muerte, se realizó en el Teatro Municipal del Callao una velada, a la que se habÃa invitado a la colectividad porteña que, sensible al propósito, acudió en número inusitado y fue asà como se pudo hacer realidad el libro. Como homenaje a la joven promesa desaparecida, se le puso el nombre de Anhelos de Redención.