Grupo musical español de flamenco-fusión, formado originalmente a principios de la década de los 80 por José Soto Sorderita (Jerez de la Frontera, 1961), Ray Heredia y Juan Carmona Amaya El Camborio (Granada, 1960). Posteriormente los dos primeros abandonaron el grupo, completándose éste con la entrada de José Miguel Carmona Niño (Madrid, 1971) y Antonio Carmona Amaya (Granada, 1965), primo y hermano respectivamente de Juan. Ketama ha representado, hasta su disolución en 2004, el puntal más firme del denominado Nuevo Flamenco.
A principios de los años 80 en España, musicalmente hablando, la Movida madrileña lo ocupaba todo, o casi todo. En el contexto de un país que había salido recientemente de una dictadura de casi cuatro décadas, la eliminación de la censura y las ansias de libertad dieron lugar en lo musical a una multitud de nuevas formas de expresión y al inicio de la carrera musical de muchos autores que parecían querer romper, distanciarse con lo anterior. El flamenco no era la excepción, y baste como ejemplo que ya en 1979 Camarón de la Isla había publicado, junto a Paco de Lucía, “La leyenda del tiempo”, disco que según la crítica inició la apertura del flamenco a todo tipo de ritmos y sonidos vetados a tan tradicional estilo hasta entonces.
En el tablao madrileño Los Canasteros trabajaban dos guitarristas, el granadino Juan Carmona El Camborio y el jerezano José Soto Sorderita, hijo de Juan Habichuela, ambos provenientes de familias gitanas y flamencas antiguas. Para revisar sus amplias y respectivas herencias musicales, y con la compañía del madrileño Ray Heredia, hijo del bailaor Josele, como vocalista, formaron Ketama (tomando el nombre de un valle de Marruecos). Pronto se convirtieron en el grupo insignia de la discográfica Nuevos Medios, con su propuesta poco ortodoxa, que encandilaba a crítica y público, pero que hacía desconfiar a los más ortodoxos.
Su primer trabajo, de nombre Ketama, aunque grabado durante 1983, fue editado dos años después, poniéndoles a la cabeza de los denominados “Nuevos Flamencos”, introduciéndose por primera vez en las músicas de raíz iberoamericana (y menos orientados a las influencias blues de sus admirados Pata Negra). Las colaboraciones de gente de la talla de Pepe Habichuela, Carlos Benavent y Teo Cardalda engrandecen su propuesta. Pero las disensiones internas comienzan a hacer mella en el grupo. En vísperas de la publicación de su segundo trabajo, Ray Heredia deja Ketama para iniciar una prometedora carrera en solitario que se saldó con un único disco publicado en 1991, Quien no corre vuela, y que se vio truncada tras su muerte el mismo año, debida a su adicción a la heroína. Cuatro años antes había sido sustituido en Ketama por Antonio Carmona como vocalista. También ingresó en el grupo Josemi Carmona, cuando contaba sólo 16 años de edad. Con ambos Ketama publica su segundo trabajo, La pipa de Kif. Posteriormente dejaría el grupo José Sordo Sorderita, para iniciar una brillante carrera en solitario.
En 1988 apareció Songhai, una fusión flamenca con la kora africana del músico Toumani Diabate, que se había gestado en 1985 cuando el grupo tocó en Londres. Con este trabajo obtuvieron el reconocimiento internacional, siendo elogiados por The Times y The Internacional Herald Tribune, y siendo elegido el disco por la revista New Musical Express como el mejor disco extranjero del año.
Su siguiente trabajo, Y es ke me han kambiao los tiempos (1990), se graba durante la gira europea del grupo, y lleva a Ketama a la fusión definitiva de la salsa y la rumba. Sólo uno de los temas del disco está firmado por Ketama: la rumba Kalikeño, rebautizada posteriormente como No estamos lokos. Las restantes canciones están firmadas por por los diferentes miembros del grupo, uno a uno o en parejas. Es el primer disco producido por ellos mismo, y su éxito les llevó a actuar como teloneros de Prince en su gira por España.
En 1992 aparece Pa’ gente con alma, disco homenaje a Ray Heredia, ya desaparecido: el título del disco es el título de uno de los temas incluidos, una balada interpretada con una única guitarra eléctrica dedicada a Ray. La lista de colaboraciones incluye a Michel Camilo, y a José el Francés. Este trabajo marca las profundas diferencias existentes por aquel entonces entre los Carmona y Sorderita. Éste ni siquiera estuvo en la presentación del disco. En 1993 Ketama, ya sin Sorderita, retorna a sus raíces flamencas con El arte de lo invisible; en 1994 vuelve a las influencias africanas con Songhai 2
El éxito definitivo y la explosión en las listas de ventas les llega con De akí a Ketama (1995), grabado en directo en los Estudios Cinearte de Madrid, con lo mejor de su repertorio y con la participación, entre otros, de Antonio Canales, Antonio Vega, Antonio Carbonell, Aurora, Amara Carmona y Antonio Flores, quien fallecería poco después. Dejan de ser artistas de culto y se consolidan como la fuerza mayor del flamenco-fusión, cercano en ocasiones al pop. Más de un millón de copias vendidas, Premio Ondas al Mejor Álbum (1995), Premio Ondas al Mejor Grupo Español (1996) y Premio de la Música en la categoría de Mejor Canción del año 96 por No estamos lokos. Allá donde fueras, sonaba Ketama.
Posteriormente encadenan tres años consecutivos con tres discos: en 1997 sale Konfusión, con la colaboración de Jorge Drexler y Khaled, que sigue profundizando en la fusión del flamenco con todas las músicas del mundo, y que supone también un esfuerzo por no acomodarse y seguir evolucionando tras el gran éxito del anterior disco. Por él recibieron de nuevo el Premio Ondas en 1998 al Mejor Álbum. Despacharon más de 300.000 copias. En 1998 se edita el recopilatorio Sabor Ketama, con 17 temas de la etapa entre 1990 y 1997 y con las colaboraciones de, entre otros, Antonio Vega, Antonio Flores y Ana Belén o, en clave flamenca, las de Aurora o Pepe Habichuela. En 1999 aparece Toma Ketama! que, aún sonando más flamenco que Konfusión sigue recibiendo influencias del pop, el blues o la música latina. En este trabajo vuelven a contar con la colaboración de Jorge Drexler. También se incluye un tema de Sorderita.
Tres años después, Ketama retoma su carrera con Dame la mano, disco en el que se atreven con las influencias provenientes del hip hop y del house, y en el que vuelven a trabajar entre otros con Jorge Drexler. El disco incluye un DVD con una fiesta flamenca protagonizada por los Habichuela en pleno, con invitados como Rosario Flores, Niña Pastori o Sorderita.
El canto del cisne se produce con 20 pa’ Ketama. Celebrando el vigésimo aniversario del grupo, éste se disuelve con un último disco que resume su discografía. En él también se encuentran una selección de duetos y colaboraciones, entre las que figuran grabaciones inéditas junto a Rubén Rada e Ivete Sangalo y otras ya conocidas con Antonio Flores, Diego Torres y Antonio Vega.
Hay un antes y un después de Ketama en la música española. En sus discos han mezclado el flamenco con el pop, los ritmos caribeños, la música brasileña, el reggae, el funk, el jazz, el hip hop o el house. Han compartido escenario con Camarón de la Isla, Paco de Lucía o Enrique Morente. Han trabajado con un flautista portugués como Ráo Kyao y una estrella del rock argentino como Fito Páez. Han juntado un equipo de lujo de jazz latino (D’Rivera, Camilo, Sandóval...) o compartido los tañidos de un kora malinés con Toumani Diabate. Frank Zappa les echaba piropos, teloneaban a Prince o a The Rolling Stones, y seguían sonando flamencos. Se han editado libros sobre ellos, se han hecho documentales biográficos (Ketama y su Herencia Flamenca de Michael Meert). Son sin duda uno de los grupos más copiados de la escena española, y su influencia se deja notar en una parte importante de los grupos y solistas actuales. Actualmente los miembros del grupo llevan sus carreras en solitario, pero no descartan volver “cuando tengamos algo nuevo que decir juntos”.