Carlos Santana es uno de los pocos cincuentones del panorama musical que puede presumir de tener fanáticos adolescentes. En tiempos en los que la industria apuesta por talento fresco, el guitarrista mexicano invadió las listas de ventas con más fuerza y calor que un tequila bajando garganta. El disco responsable de esta audaz peripecia es su más reciente producción, Supernatural.
El amor platónico de Santana y la guitarra
En el caso de Carlos Santana fue el instrumento - y no el hombre - el que escogió al otro. La guitarra sabÃa que nadie perfeccionarÃa sus cuerdas como el mexicano, cuyos ritmos flamencos, indÃgenas y tropicales supieron casarse con el rock y el hip hop para crear tres décadas de inolvidable swing.
Cuatro meses después de su salida al mercado, el primer sencillo promocional, Smooth, continuaba inerte en el primer lugar de la lista Billboard.
Pero tomando en cuenta que tocó en Woodstock, que tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, su nombre grabado en el Rock & Roll Hall of Fame de Cleveland y una decena de premios Grammy, este éxito comercial le hace cosquillas, e incluso presume de haberlo planeado.
"Este disco fue diseñado para llegar a los estudiantes de bachillerato y universidad, mediante voces como la de Lauryn Hill, Maná, Dave Mathews o Wyclef Jean", dice.
El plan dio resultado y a cambio, el ritmo ecléctico que empezó a pulir tres décadas atrás, está llegando al alma de una generación que, hasta hace poco, pensaban que Oye Cómo Va era un remix de Jennifer López.
Datos biográficos
Carlos Augusto Alves Santana nació el 20 de julio de 1947 en Autlán de Navarro, Jalisco, México. Creció bajo la influencia musical de su padre José, un violinista de mariachi profesional que le enseñó a tocar el instrumento cuando no sabÃa ni leer.
A los ocho años, el pequeño prodigio habÃa sustituido ese instrumento por una guitarra, dejando a un lado el folclore regional para sumergirse en el blues de B.B. King y John Lee Hooker, este último su Ãdolo.
Con trece años era un prodigio del blues y acompañaba a músicos profesionales en los bares nocturnos de Tijuana, hasta que un año después cruzó la frontera hacia San Francisco para reunirse con su familia, que habÃa emigrado allà un año antes.
Los primeros años en San Francisco fueron de aprendizaje, en los que el autodidacta absorbió todo lo que la escena musical de la ciudad tenÃa que ofrecer, al tiempo que retomó interés en sus raÃces latinas.
El resultado fue un sonido Afro-rock-blues-tropical que pasará a la historia por su originalidad e inconfundible swing.
Una vez encontrado su sonido personal, Santana creó la Santana Blues Band, con la que abrió conciertos para The Who, Bob Dylan, Miles Davis y Jimmi Hendrix, entre otros.
Con la banda llegó también el inconfundible modo de vestir que marcó la onda hippie del momento, estilo al que Santana se ha mantenido fiel a través de los años.